FICHA DEL LIBRO
Ranjit Maharaj no daba caramelos ni los aceptaba, no seducía y no se dejaba seducir para ser un maestro y tener discípulos, no buscaba fama ni notoriedad, su dedicación e interés era la firme y exacta proclamación de la no dualidad sin concesiones, sin pensar si alguien era principiante o no, pero bajo esa aspereza aparente iba soltando constantemente pepitas de oro que iluminaban la comprensión de aquellos que las recibían. Su forma de desgranar la no dualidad era única y hasta cierto punto intransigente, pero no podía ser de otra manera, con paños calientes no se llega a la verdad y eso es lo que transmitía Ranjit.
Su obra no se puede leer esperando que la realización de la Verdad Última se produzca mientras estamos sentados y relajados, casi sin esfuerzo, de modo informal, casi por casualidad. Hay que parar se y ver lo que dice; pararse significa dejar que tome cuerpo en nosotros y ver significa comprender. Para la Verdad hay que estar maduro.
Esta obra ha sido preparada por su primera y una de las más importantes devota occidental, Linda Phelps, que conoce perfectamente todas sus enseñanzas y pasó veinte años con él. Linda ha sabido reunir en un solo volumen lo más sustancial de la enseñanza para que la transformación tenga lugar en nosotros.